28 feb 2011

Spartacus: Gods of the Arena (Cap.6 – The Bitter End)


Pues ya está, la temporada ha acabado, con este sexto y último capítulo como dijimos en su momento, la semana que viene tendréis un resumen de lo que me ha parecido la temporada al completo, pero antes vamos a por este capítulo, que nos ha dado pocas sorpresas y ha seguido el rumbo marcado. Un capitulo que ha echado los restos y ha cerrado todas las tramas abiertas que quedaban. Por supuesto a partir de ahora y tras el salo spoiler para todos los públicos.

El episodio comienza con el funeral de Titus, durante el velatorio Quintus clamará venganza contra Tullius (y no dudará absolutamente nada de Lucretia), venganza alimentada por las palabras de Lucretia, entre tanto Vettius aparece para recordar a Quintus el trato que su padre hizo antes de morir de la venta de Gannicus ha Tullius. Tras el funeral que termina con la incineración de Titus en el ludus con el sonido de las espadas y el combate de fondo a modo de homenaje, Batiatus comenzará a pensar su plan de venganza, Gannicus se ofrecerá a ser vendido para estar cerca de Tullius y así cobrar él mismo su venganza particular por la muerte de Melitta. Pero Batiatus no lo verá claro y tramara un plan con la ayuda de Solonius, no sin antes escupirle a este unas duras palabras sobre su posición frente a Batiatus como perro faldero. Palabras que sin duda harán que Solonius modifique ligeramente el plan para salir el también victorioso.

Después de que el plan se ejecute bien, y Quintus acorrale en la calle a Tullius y Vettius, sus gladiadores les darán una paliza a estos y los capturaran. Solonius se llevará a Vettius para que mienta sobre el paradero de Tullius y desaparezca para siempre. Y Quintus junto a Gannicus, Oenomaus y otros gladiadores apuñalaran y herirán de muerte a Tullius y después lo enterraran entre los muros de la nueva arena.


Tras la venganza de Quintus, comenzará la inauguración de la nueva arena, allí aparecerá Vettius que dará la noticia de que Tullius se ha tenido que marchar y que el dejará de ser un lanista y entregará todos sus gladiadores a Solonius. De este modo Solonius traicionará a Batiatus por quedarse él con todos los gladiadores y ser a partir de ese momento el nuevo enemigo lanista de Batiatus. Por supuesto que a Quintus no le hará ni pizca de gracia el movimiento de Solonius pero tiene que aguantarse y ver a Solonius con otros ojos a partir de ahora.

Una vez terminada la trama de los lanistas y dejar a cada personaje en su posición de salida de Blood and Sand, y quitar de en medio a todos los personajes nuevos queda resolver las tramas de los gladiadores y esclavos. Para llegar a esta solución veremos multitud de combates en la nueva arena, hasta llegar al combate final, todos los gladiadores que han sobrevivido de la casa de Batiatus, contra todos los gladiadores que han sobrevivido (que son mayor numero) de la recién adquirida casa de Solonius. Una batalla campal que se presenta épica, con un par de decenas de guerreros enfrentándose cara a cara rodeados por un círculo de fuego. Las reglas son sencillas, el que salga del círculo es descalificado y solo puede quedar un vencedor dentro del círculo de fuego, este vencedor será el campeón de Capua.


Aquí sin duda alguna los guionistas han tirado por la vía fácil, y han metido en el mismo combate a todo el mundo que tenga algo pendiente con la trama, la han dibujado como el combate de los combates y venga que nos quedamos sin minutos. Por lo que en mitad del fragor de la batalla Ashur se enfrenta y mata a Dagan (otro personaje nuevo menos), Crixus da avisos a lo largo del capítulo de que no piensa perder ante Gannicus y está obsesionado por llegar a ser campeón. Por lo que tras ser descalificados o no haber luchado incluso (Barca) los personajes que no podían morir, quedan en pie Crixus, Ashur, Gannicus y el campeón de Solonius. Por lo que Crixus le partirá la pierna a Ashur (como todos los que hayan visto Blood and Sand se esperaban), y se enfrentará a Gannicus y el otro gladiador. Y aquí está la para mí única sorpresa del capítulo, mientras que pensaba que Crixus iba a matar a todos y se iba a proclamar campeón, al final este acaba descalificado y Gannicus se alza como campeón de Capua.

La forma de deshacerse de Gannicus viene de Solonius, el cual propone darle la libertad al gladiador para quitarle el título de campeón a la casa de Batiatus y que este quede un poco en el aire, y quitarse de rival a esa bestia que es Gannicus. Queda por decir que la subtrama de Naevia y Diona, acaba con que ha Diona la han capturado y la ejecutan ante Naevia que tras la muerte de Melitta se queda como la esclava personal de Lucretia. Y Lucretia continua con sus escarceos sexuales con Crixus aunque se la ve con más alegría y más placentera por Crixus.


Al final todos los personajes han alcanzado la meta, unos con un cambio más brusco que otros, pero todos han vuelto a como los encontramos en el primer capítulo de la primera temporada de la serie, los personajes nuevos de la serie han desaparecido todos, la mayoría muertos, y el supuesto protagonista de esta temporada ha recibido la libertad. En mi opinión al final han dado un resultado muy facilón y sin apenas cambios de guion, el espectador no ha tenido oportunidad de sorpresa, y el supuesto combate épico final se torna muy mecanizado y guionizado.

El capitulo termina con Batiatus asegurando a Lucretia que llegaran a ser grandes, para después enseñarnos las imágenes del final de Blood and Sand con las palabras de Spartacus sonando de fondo, mientras Quintus y Lucretia agonizan en el suelo, sin duda un recordatorio para la siguiente temporada.

No hay comentarios: