Walt Disney Animation Studios nos trae su particular visión del clásico cuento de Rapunzel, cambiando algunos elementos e introduciendo otros nuevos para adaptarlo a los tiempos que corren. La historia nos cuenta como la malvada Gothel secuestra a Rapunzel cuando es un bebe y la encierra en una torre para tenerla para siempre cerca y que su mágico pelo la mantenga siempre joven. Pero el bandido Flynn Rider irrumpirá en la torre 18 años después y la vida de Rapunzel cambiara para siempre.
Disney está lejos de volver a crear un clásico como El rey león y muy alejado de las maravillas de Pixar, pero está codo con codo con las mejores películas de Dreamworks, las fantásticas Shrek o Como entrenar a tu dragón. Con esta película no llega a la calidad del Dreamworks mas inspirado pero gracias al desarrollo de varios de sus personajes y algunos momentos realmente mágicos alcanza una nota satisfactoria y se deja muy bien ver.
Estos personajes a destacar son por encima de todo la villana Gothel que se muestra fría y calculadora y tiene totalmente dominada a Rapunzel con su maléfica labia y sus malvados actos, y al otro lado de la cara tenemos a el caballo Maximus que si bien no es que sea la repanocha de personaje deja momentos muy divertidos y enseguida capta la atención del público. Cabe destacar también el increíble trabajo en animación, en temas como el pelo de los personajes (cosa obvia cuando es un elemento muy importante en el desarrollo de la historia), los bellos paisajes con una paleta de colores muy viva o el momento cumbre que es la imagen con miles de farolillos que tiene un trabajo colosal detrás. La tecnología actual nos está dejando unas películas de animación con cientos de miles de detalles y con un apartado técnico sublime y esta película es una muy buena opción de ello.
El mayor problema de la película es que el tema esta tan trillado y ha consumido Disney tantas veces la misma “historia” que podemos escribir el guion de la película con los ojos cerrados y sin haberla visto. Y no me refiero a la historia de Rapunzel, sino a la historia de la princesita Disney, y es que cuando voy a ver una película así sé que es para niños y que no tiene que sorprenderme en temas que no vienen al cuento, por lo que mis expectativas están bajas y no espero nada, tan solo pasar un ratejo entretenido, pero cuando te cuentan lo mismo una y otra vez solo que en situaciones y lugares diferentes y con otros personajes, pues uno echa de menos algo más de imaginación o que te cautive la magia que Disney impregnaba a sus películas, pero de esa magia hay poca en esta película.
En conclusión el clásico numero 50 de Disney nos deja una buena opción para pasar una tarde agradable en familia y pasarlo bien. Entretenida y divertida pero que no destaca sustancialmente en nada y que de aquí a un tiempo la hemos olvidado, eso sí Disney ya tiene nueva princesita y no va a dudar en explotar la imagen. ¿Para cuándo la nueva de Pixar?
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