10 may 2011
Juego de Tronos (Temp.1, Cap.4 – “Cripples, Bastards, and Broken Things”)
Empezamos a acercarnos al Ecuador de esta primera temporada, que sigue in crescendo y ya nos ha dado 4 de 4 episodios magistrales, y que a estas alturas me atrevo a decir ya sin miedo que la serie es una obra maestra y que sin ninguna duda va a marcar un hito en la televisión y una altísima calidad muy difícil de superar. Y esto es solo el principio de lo que nos depara en estos años venideros. Pero centrémonos en este cuarto episodio que nos ha dejado muy buenas cosas, a partir de aquí SPOILER.
Como ya es común, el capitulo va saltando de una trama a otra para ir contándonos los distintos frentes que hay abiertos en la historia. Así que vamos a ir uno por uno para no dejarnos nada en el tintero. El capitulo comienza con Bran andando solo por Invernalia, ¡¿Bran ha vuelto a andar?! Pues no, es (al fin) uno de los sueños de Bran, y digo al fin, porque aunque ahora mismo no tenga mucha importancia, mas adelante si la tiene. Por lo que podemos deducir que no es que se habían olvidado de los sueños si no que no los habían puesto antes para no meter cosas ahora mismo innecesarias. Igual que han hecho perfectamente y están haciendo con los personajes, presentándolos poco a poco y sin atosigar.
Siguiendo en Invernalia, Tyrion junto con Yoren acaba de llegar a la fortaleza, de su viaje hacia el sur que emprendió al dejar el Muro. Tras ser despachado por Robb coincide con Theon Greyjoy y tienen una conversación en la cual el espectador conoce quien es y que hace ahí Theon.
En el Muro, acaba de llegar el cobarde y gordo Samwell Tarly, que tras ser apaleado Jon y sus nuevos amigos se apiadan de el y empiezan las hostilidades hacia su entrenador Thorne. Y poco mas que reseñar aquí, ya que el capitulo se desarrolla para que vayamos conociendo a Samwell. Podríamos destacar el fabuloso montaje que se sacan de la manga al principio del capitulo, donde pasamos de Invernalia al Muro sin darnos cuenta, sin cortes, tan solo con un giro de cámara muy bien llevado a cabo.
Al otro lado del Mar Angosto, en el khalasar de Drogo, Daenerys comienza a comprender que su hermano no es ni ningún rey querido ni será buen rey, y que ahora su pueblo son los dothraki y ni su hermano esta por encima de ella. Cosa que vemos en la pelea que tienen ambos donde Daenerys se desata de las ligaduras que el miedo la tenia aferrada a su hermano.
En otra escena donde vemos a Viserys bañándose con una esclava, nos hablan sobre el pasado de Los Siete Reinos, para que el espectador vaya adquiriendo la historia de este mundo y vea la grandísima profundidad que tiene. Fabulosa escena por cierto, muy inspirada y sensual.
Y para terminar nos vamos hacia Desembarco del rey, aquí Eddard ha comenzado sus investigaciones sobre la muerte de Jon Arryn y el intento de asesinato a su hijo Bran, eso le lleva a un libro sobre linajes y a conocer a un bastardo del rey Robert. Aparte conocerá que la ciudad esta llena de ojos y que tanto Varys, como Meñique y la reina tienen espías en cada rincón para estar informados de todo.
Del torneo vemos unos breves minutos del comienzo de este que sirven para presentarnos a otros dos personajes más, el Perro (que llevamos viéndolo toda la serie, pero es ahora cuando y gracias a la historia de Petyr lo conocemos mejor) y su hermano Gregor Clegane, la Montaña que cabalga.
Y hasta aquí el análisis de hoy, tras el brutal giro del guión del final, donde Catelyn arresta a Tyrion, la historia va a entrar en una espiral que va a ir a más cada vez y que nos deparan otros 6 capítulos más magníficos y espectaculares. El Juego de Tronos ya es inevitable y podemos a asegurar que nos va a encantar.
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