28 sept 2011

La cosa más tonta y la noticia más importante


Hoy vamos a hablar de la cosa más banal (y porque no decirlo, estúpida también) que jamás hayas hablado en tu vida… bueno tampoco tanto que todos seguramente recordemos alguna conversación que le de hasta vergüenza al perro del vecino nada más que de recordarla. No vamos a hablar de videojuegos (¿otra vez?), cine (que pesadilla), música (ponte una de los chunguitos), política (pffffffffffffff) o del tiempo (cambiante, como siempre). No, vamos a hablar de algo que usamos casi día si y día también, de un elemento cotidiano que pasa casi desapercibido en nuestras ajetreadas vidas, vamos a hablar de los cordones de los zapatos (toma nene!)

Esto no tiene entrada ni en la Wikipedia, por lo que hablar de su historia es como deducir que Paquirrin tiene más de un bigote, vamos es hablar por hablar. Porque desde que el hombre vivía en cuevas, cazaba, comía, meaba y fornicaba todo en el mismo sitio (el olor tendría que ser más fuerte que un pedo debajo del agua), era conocedor de cómo coño se hacia un nudo, por lo que si sabía hacer un nudo, y el mamut que había matado esa mañana después de desayunar, era talla XXXL (medida cromañón). Pues que menos que le haría un nudico para que las frondosas pieles le cubrieran su fibroso cuerpo, o para que al cocinar no se mancharan.

El caso viene a ser a que si de toda la vida de Dios hemos sabido hacer un nudo, es obvio que si el calzado se caía o no se amoldaba bien, pues le harían un nudo y punto. Gracias a esto la humanidad ha ido evolucionando, menos dedos cortados, menos callos y pies de atleta, etc. Pero como humanos que somos, nuestra curiosidad y nuestro afán por mejorar todo aunque la mejora en algunas ocasiones sea un paso atrás. Nos ha llevado a eliminar incluso los cordones de nuestro calzado, zapatos sin necesidad de cordones u otros donde el velcro y su facilidad los ha terminado desplazando.


Los cordones también pueden dar mucho juego (los condones sí que dan juego, pero no estamos hablando de ellos), en cine por ejemplo, hemos llegado a ver en alguna ocasión como tras una noche de pasión y desenfreno de una pareja, al espectador tan solo se le muestra como alguno de los integrantes se ata los cordones, siendo una apología a la noche de sexo duro que han tenido. Otra escena de semejante calibre es el nudo final en alguna bota antes de alguna acción importante, indicando que el personaje está listo y preparado para lo que le espera. También podríamos hablar de la típica imagen de un zapato tirado en algún lugar indicando que su portador ha pasado a mejor vida, quedando tan solo su zapato (eso le pasa por no atarse bien los cordones).

Pero ya vale de decir polleces, llevo cuatro párrafos y casi 500 palabras (contadas una a una ehh) diciendo burradas a cada cual más gorda. Todo este texto tiene una meta, a la cual nos estamos acercando, su meta es predecir el final de una era, el final de los cordones tal y como los conocemos, y no señores el velcro no es su sucesor, su sucesor es una especie de cordones evolucionadas. Si los cordones que conocemos son los denominados como “Shoelaces Habilis”, esta nueva especie es la “Shoelaces Sapiens”. Nike es la culpable de esto (aunque yo siempre he sido más de Mike y de Kike pero bueno…), ya nos avisaron en la fantabulosa película de 1989, Regreso al futuro 2. Pero el futuro es ahora…


Este gesto esta cada vez más cerca señores…

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