22 ago 2011

El origen del planeta de los simios, un blockbuster bien hecho


Los simios vuelven a los cines, después de aquella fatídica película que estrenara Tim Burton y tras 6 películas a sus espaldas la franquicia, Hollywood vuelve con una de sus modas, las precuelas, contar el porqué, el cómo, él cuando, y quien fue el que la lio parda. La gente que conoce la maquinaria americana de hacer películas, ha crucificado muchos de ellos a esta película antes de verla, no les culpo, pero ir a verla porque os estáis perdiendo una de las mejores películas palomiteras del año.

Y una razón para ello, es el sólido guion que avanza poco a poco, que no se atropella en ningún momento y que llega hasta donde tiene que llegar. Contándonos la historia del simio Cesar (Andy Serkis) el porqué de su gran inteligencia, y la evolución que va teniendo el personaje hasta llegar a comandar la rebelión. Y del científico Will Rodman (James Franco) por encontrar una cura para el Alzheimer, la enfermedad que azota a su padre. Una historia que se presenta muy entretenida e inteligente, que no busca la acción y el desenfreno rápido (de hecho hay muy poca acción), si no que se detiene en los detalles y busca darle coherencia a las cosas.

Los simios y los efectos especiales están recreados majestuosamente, son muy reales y se mueven muy bien, de hecho en los créditos los simios tiene su propio apartado donde se puede ver la cantidad de gente que ha prestado sus movimientos y sus gestos para recrear a estos monos llenos de vida y de vitalidad. Un arduo trabajo que ha merecido la pena para dotar de ese realismo al film.


La puesta en escena está muy bien y hay planos muy buenos y bellos, al igual que escenas muy potentes que te dejan enclaustrado en la butaca. El director Rupert Wyatt se muestra muy solvente y sabe donde poner la cámara para que no nos perdamos nada importante. En esta trepidante historia sobre la evolución de una especie que no tiene que envidiarle nada a los humanos si no todo lo contrario. Una revolución que nadie esperaba y que la codicia y la desesperación propició.

Aunque claro está la película no está exenta de errores, como que de repente aparezca un ejército de monos (¿De dónde carajo salen tantos?), o que se puede volver algo lenta para el que busque algo más de acción, cosillas que no empañan el resultado final, pero que pueden no contentar a algunos espectadores.


El origen del planeta de los simios (vaya nombre largo carajo) ha llegado para poner a los simios de moda de nuevo, a resucitar una saga mítica que hacía mucho que estaba dormida y por muchos hasta enterrada. Está triunfando bastante en taquilla por lo que no sería descabellado ver alguna segunda parte (¿o quizá debería decir octava?). Eso sí, si es igual de divertida, entretenida, trepidante, inteligente y tan bien hecha como esta, adelante. Porque viendo cosas como esta a uno le da gusto ir al cine a gastarse las perras y atiborrarse como un cerdo de palomitas e ingentes cantidades de refresco nada buenas para el estomago y la persona de al lado cuando aquello quiera salir. Id a ver a los simios insensatos, y a vuestras respectivas decidles que son muy monos (¿que coño van a ser? ¿Perros?) que seguro que las convenceis.

Así es como se hace un blockbuster, con cabeza, con un buen guion y con ganas de hacer un buen trabajo, que aprenda el tío ese de verde que va por ahí dando tumbos por la taquilla.

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